Es fácil ir a una conferencia sobre cripto y econtrar hombres analizando la industria. La tarea difícil es encontrar mujeres que logren hacerse un lugar en esas convocatorias. Lo cual no es casualidad: cripto es una mezcla de tecnología y finanzas, dos campos donde la mujer históricamente siempre ocupó un papel secundario.
Según un informe elaborado por Forex, solo el 6% de los puestos de CEO en las grandes empresas de cripto y blockchain están a cargo de mujeres, mientras que los hombres dominan un 94%. Los roles de liderazgo más amplios muestran una representación ligeramente mejor, de alrededor de un 23%. Estos datos materializan el desafío principal al que se enfrentan aquellas que quieren entrar en la industria o que ya están dentro de ella: hay una clara subrepresentación del género femenino.
María Florentini, fundadora de Mujeres en Crypto, explicó a LA NACION que muchas mujeres directamente no se animan a dar el primer paso cuando una industria se percibe como exclusiva o inaccesible debido a la falta de referentes en equipos fundadores. “Esto impacta de lleno en la capacidad de las mujeres para innovar”, comentó. “Las barreras estructurales y culturales que enfrentan las mujeres en cripto afectan directamente su desarrollo profesional”, continuó.
Débora Ramos, gerente de recursos humanos en Lemon Cash -una empresa argentina de cripto- señaló que desde su lugar a la hora de contratar talento tienden a llegarle más candidatos hombres: son ellos los que están más familiarizados con el sector. En muchos casos, las mujeres que entran en la convocatoria lo hacen porque algún amigo, pareja o familiar varón las introdujo en el tema.
Pero las dificultades no se terminan cuando la mujer entra al ecosistema. “Estamos obligadas a demostrar mayor capacidad y esfuerzo para ser tomadas en cuenta”, expresó a LA NACION Celeste Plee, directora de compliance de Bitso. “Se nos exige superar constantemente barreras que no siempre se les presentan a nuestros colegas masculinos. Muchas veces nuestra voz no se escucha de la misma manera”, agregó.
De acuerdo con Florentini, los productos, protocolos y soluciones que se construyen sin una mirada inclusiva tienden a dejar fuera a grandes sectores de la sociedad. Es decir, cuando solo un perfil tiene voz se crean herramientas pensadas desde una única experiencia, que no contemplan otras realidades ni necesidades. Las mujeres pueden complementar esas perspectivas. “Cripto y Web3 nacieron con la promesa de descentralizar el poder, generar oportunidades más justas y democratizar el acceso a herramientas financieras. Pero sin diversidad en la mesa de decisión, esa promesa queda incompleta”, reflexionó.
Una discusión similar se da en el desarrollo de los sistemas de inteligencia artificial. Al entrenarse los nuevos modelos, es importante procurar que las mujeres estén en la curaduría de datos que forman el corazón de estas tecnologías. Especialmente cuando hablamos de herramientas utilizadas para la medicina. Las mujeres en roles importantes aportan y nutren con su perspectiva para que la mitad de la sociedad no quede segmentada.
Además, es necesario que la inclusión en el sector Web3 suceda ahora. Cuanto más pasa el tiempo, más difícil va a ser sumarlas más adelante. Es complejo cambiar estructuras que están muy sólidas. Dicho escenario impactaría toda la cadena: desde el diseño de tecnologías hasta la educación y autonomía financiera en el futuro de la Web3. “La equidad no es solo una cuestión de justicia, es una condición necesaria para que el ecosistema sea verdaderamente transformador”, manifestó la fundadora de Mujeres En Crypto.
Paula Pascual, fundadora de MERGE -un evento de cripto que fusiona expertos de Latinoamérica y Europa para debatir el futuro de la industria- aseguró a LA NACION que hoy tenemos una oportunidad única para construir algo diferente desde el inicio. “Eso, sin embargo, requiere de una intención clara. No estamos lejos pero hace falta compromiso real”, dijo.
Llegar a la igualdad: hay un camino
¿Cómo se hace? Hay varias puertas que se pueden abrir en esta línea. Por un lado, la educación. Un informe de Ualá que analiza el comportamiento de las mujeres en las inversiones reportó que 4 de cada 10 afirman no tener conocimiento sobre inversiones, el doble que los hombres (21%). Además, solo el 9% se siente cómoda invirtiendo. Los espacios educativos tienen que ser accesibles y amigables y que ayuden a romper el mito de que esta industria está hecha para perfiles técnicos o financieros. Desde Mujeres En Cripto hoy están impulsando cursos introductorios sobre blockchain donde participan mujeres de diferentes edades, países y profesiones. “La educación nos empodera”, señaló Plee.
Otra clave es la visibilidad. Las historias de aquellas mujeres que son referentes tienen que tener un lugar en la agenda. “Contar sus historias inspira, genera identificación y demuestra que sí se puede”, aseguró Florentini. “Ver a otras en esos roles abre la puerta a que más se sumen”, expresó. En paralelo, comunidades de apoyo o redes que contenga y potencien son fundamentales. Funcionan como un factor vital a la hora de generar confianza entre todas. Si hay apoyo, los deseos se materializan en posibilidades.
Las empresas también tienen un papel importante. Estas deben ponerse metas claras de equidad de género. Por ejemplo, Bitso se propuso el objetivo de alcanzar un 50% de mujeres en roles de liderazgo para 2025. Según comentó la vocera esto lo están trabajando a través de generar vacantes específicas y programas de mentoría que apoyen el desarrollo profesional dentro de la industria. “Esta representación paritaria no solo es un objetivo social, sino que también aporta beneficios tangibles a las organizaciones, mejorando varios aspectos en términos de innovación y creatividad”, explicó Plee.
Aunque todavía queda un largo camino por recorrer, todas las especialistas consultadas coincidieron de que la participación de la mujer va lentamente en ascenso: los espacios se están generando. De acuerdo con datos proporcionados de Lemon, de todos los usuarios activos en 2024 el 33% fueron mujeres, un número que significó una suba de aproximadamente 2% en relación al 2022. En esta línea, el reporte de Ualá encontró que más mujeres que hombres dieron sus primeros pasos en el mundo de las inversiones. “Creo que el cambio ya empezó, y que es importante seguir generando lugares donde más mujeres puedan sumarse, crecer y aportar su mirada“, compartió Ramos.
Muchas veces son las mujeres mismas -motivadas por una clara estructura que incentivó ese comportamiento- las que se autoboicotean. Sus capacidades no les parecen ser suficientes, cuando en realidad sí lo son. Florentini mencionó un concepto interesante: a veces las mujeres se autoimponen un techo de cristal. El primer paso, entonces, es romperlo. Y confiar en la propia ambición, por más lejana que parezca.
A pesar de que la industria cripto promete descentralización e inclusión, las mujeres siguen estando subrepresentadas en puestos de liderazgo; expertas del sector analizan los desafíos y las oportunidades para cerrar la brecha de género