La promesa de una revolución sobre ruedas puede convertirse, con el tiempo, en un incómodo silencio. Lo que comenzó como una apuesta entusiasta por la innovación automotriz hoy levanta más preguntas que certezas. Ocho años después de su anuncio, el Tesla Roadster sigue sin aparecer en escena, aunque muchos ya pagaron por verlo rodar.
El Tesla superdeportivo que entusiasmó al mundo y nunca se fabricó (hasta ahora)
En noviembre de 2017, Tesla sacudió la industria automotriz al anunciar el nuevo Roadster, un superdeportivo eléctrico que, según Elon Musk, marcaría un antes y un después. Prometía una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de dos segundos, una autonomía amplia, y un diseño futurista que capturó la atención de fanáticos y medios por igual.
As we approach the 8-year anniversary of the @Tesla Roadster 2 launch event, at which time, many enthusiasts like myself put huge deposits on this car, which was supposed to be launched in 2020, could we get ANY updates on timeframe @elonmusk? pic.twitter.com/OLj6kuvUOu
— Hamid (@hamids) April 28, 2025
Los primeros interesados no dudaron: miles de dólares adelantados a cambio de estar en la lista de espera para un coche que nunca llegó. Desde entonces, cientos de personas como Hamid Shojaee han confiado en la palabra de Tesla y entregado depósitos de hasta US$50 mil dólares, con la promesa de una producción inminente.
Ocho años más tarde, la producción ni siquiera comenzó y no se entregó una sola unidad. El Roadster es una idea que flota en el aire, sin más sustento que las promesas de un futuro cada vez más lejano.
Ocho años de retrasos: ¿por qué no se fabrica?
Desde su presentación, el calendario de producción del Roadster ha sido un constante ejercicio de aplazamientos. Tesla anunció inicialmente que la fabricación comenzaría en 2020. Más tarde, en sucesivas hojas de ruta, ese objetivo se retrasó cada vez más: primero a 2021, luego a 2022, después a 2023, y más recientemente a 2025.
Durante todo este tiempo, la compañía mantuvo en silencio los avances tangibles, más allá de declaraciones abstractas en eventos corporativos o redes sociales. No hubo pruebas reales, ni prototipos funcionales visibles, ni fechas concretas. La espera se ha transformado en una incertidumbre frustrante para quienes apostaron por el vehículo.
¡Buenos días! Comenzamos el día con sorpresa… Tesla anuncia un roadster para 2020. Las cifras impresionan; 0 a 100 en 1,9 segundos, 1.000 km de autonomía y una velocidad punta de 400 Km/h. 😱 pic.twitter.com/9FKjrqAWmD
— VSD Events (@VSD_Events) November 17, 2017
Esta estrategia de presentar productos con años de antelación y luego postergar su llegada ya se vio con otros lanzamientos de Tesla. El Cybertruck, por ejemplo, fue anunciado en 2019 y prometido para 2021, pero recién comenzó a entregarse a finales de 2023. Y el caso de los robotaxis, renombrados como Cybercab, promete repetir el mismo patrón con un lanzamiento estimado para 2026.
El coste de la confianza: clientes sin coche y con el dinero retenido
En España, donde las reservas volvieron a abrirse en 2023, Tesla pide US$43 mil dólares reembolsables, divididos en un pago inicial de cuatro mil dólares y una transferencia posterior de US$39 mil dólares.
La empresa asegura que los fondos son reembolsables, pero lo cierto es que aún no hay plazos, ni unidades visibles, ni una fecha firme para iniciar entregas. A la larga, esa “reserva” parece más una inversión a ciegas que una transacción hacia un producto real.
Mientras el dinero permanece en las cuentas de Tesla, los compradores solo tienen acceso a correos automatizados, formularios y promesas vagamente formuladas en ruedas de prensa. Pero sin un contrato que garantice la entrega en un plazo determinado, los clientes han quedado en un limbo legal y emocional.
I absolutely CANNOT wait for the next-gen roadster to finally make its debut! pic.twitter.com/oYuh7sfaVw
— Tesla Barbarian (@TeslaBarbarian) May 2, 2025
¿Tiene sentido lanzar el Roadster hoy?
Cuando Tesla presentó el Roadster en 2017, era una propuesta única: una mezcla entre rendimiento extremo, diseño innovador y cero emisiones. Pero el contexto actual es otro. Competidores como Rimac Nevera, Lucid Air Sapphire o incluso algunos modelos de Porsche ya ofrecen prestaciones similares, si no superiores.
Mientras tanto, el precio del Roadster permanece congelado en US$200 mil dólares para la versión estándar y US$250 mil dpilares para la limitada “Founders Series”, sin haberse actualizado para reflejar los cambios en el mercado ni en los costos de producción.
Reservas del Tesla Roadster comenzaron en 2017 con anticipos de hasta US$50.000, cho años después, el superdeportivo aún no entra en producción