14 mayo, 2025
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Cuáles son las plantas recomendadas para zonas ventosas y que pueden soportar el clima hostil

Cada planta necesita de un clima en particular, de un espacio determinado, de un hábitat acorde a su desarrollo. Y uno de los factores que más afecta al crecimiento, suele ser el viento. Su potencia detiene el desarrollo adecuado de las plantas. Por eso es fundamental elegir bien qué poner en estos climas.

Hicimos una cuidada selección de plantas versátiles y nobles: para ellas los vientos no son un obstáculo. Al contrario, éstas son plantas que se lucen cuando sopla el viento y aportan estética a una terraza, balcón, techo verde o cantero. También en cercos o en grupos a la intemperie o en campos, estas son nuestras elegidas para darle nueva vida a un espacio ventoso.

Cortadeira selloana (cortadera)

La Cortaderia selloana tolera ampliamente los vientos, pero hay que contemplar las amplias dimensiones que alcanza.

Versátil al extremo, la Cortaderia seollana, comúnmente conocida como cortadera, tolera ampliamente los vientos, distintas condiciones de suelos y temperaturas. Es una herbácea perenne nativa de la Argentina, ampliamente distribuida en nuestro país, especialmente la región pampeana. Alcanza entre 1 y 3 metros de altura, y logra un gran diámetro.

Se lucen especialmente sus hojas, angostas y largas, con bordes cortantes, y sus llamativas inflorescencias, que aparecen durante el verano y otoño. De colores blanquecinos, a veces tienen tonos lilas o rosados. Crece mejor al sol (aunque tolera la media sombra) y en suelos húmedos. Se comporta bien en suelos algo secos y en los pobres. Soporta los vientos fuertes, fríos bastante intensos, el calor y aire salino.

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Nassella tenuissima (stipa)

Bellas y elegantes, las stipas dan movimiento y dinamismo a canteros, bordes de escalones o piletas, canteros o terrazas.

Esta gramínea nativa tiene inflorescencias tan leves que siguen al viento y dan dinamismo a los diseños. La Nassella tenuissima crece en diversos paisajes del país, incluso los ventosos. Es una herbácea crespitosa, de 40 a 70 cm de altura. Son muy interesantes sus inflorescencias translúcidas, livianas, que se mueven muy fácilmente con el viento.

La stipa vegeta desde fin de invierno y florece en primavera y durante el verano. Su cultivo ideal es al sol, en suelos con buen drenaje y una humedad media. Tolera el viento, la sequía y los suelos pobres. No resiste suelos muy pesados ni con mal drenaje. Se usa en jardines en la costa marítima, jardines de nativas, ventosos y de bajo mantenimiento

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Rhaphiolepis umbellata (rafiolepis)

El Rhaphiolepis umbellata es un arbusto que produce en primavera flores blancas y fragantes, tolera vientos y sombra.

Interesante durante todo el año, Rhaphiolepis umbellata es un árbol compacto que produce en primavera flores blancas y fragantes. Originario de Asia, tolera los vientos y lugares sombreados. Alcanzan de 2 a 2,5 metros de altura y diámetro, aunque tarda muchos años en lograrlos. De follaje denso, en primavera tiene flores blancas con tintes rojizos. Los frutos son negros azulados y persisten hasta el invierno. Hay variedades compactas especiales para maceteros.

Crece al sol o bajo sombra ligera. Tolera vientos, incluso salinos. Prospera en suelo rico, con suficiente humedad y buen drenaje. Resiste suelos pesados y la falta temporal de agua cuando la planta ya está establecida. En zonas de veranos calurosos, necesita un lugar algo sombreado. Soporta heladas cortas. Se usa como cerco, fondo de borduras y jardines de bajo mantenimiento.

Rosmarinus officinalis (romero)

Arbusto de 1 a 2 m de altura, el romero es muy ramificado y de follaje aromático.

Irresistiblemente fragante, el Rosmarinus officinalis puede formar ceros y hasta crecer en recipientes. Oriundo del Mediterráneo, este arbusto de follaje perenne deja pasar al viento y lo resiste sin problema. Alcanza de 1 a 2 m de altura, con un follaje ramificado y aromático. Sus hojas son lineares y opuestas y las flores generalmente lilas, aparecen principalmente en primavera. Su néctar atrae abejas y mariposas.

Crece bien al sol, en terrenos sueltos, arenosos y hasta pedregosos, no demasiado húmedos. Resiste el viento y la sequía. Tolera calores fuertes y fríos de hasta -10° C. Es una planta que prospera en zonas bastante secas en cuanto a suelos y aire. Se usa en jardines de aromáticas, en costas y maceteros.

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Westringia fruticosa (westringia)

Hay variedades de hojas variegadas de Westringia fruticosa, otras compactas (que no superan el metro) y otras postradas.

Arbusto pequeño y longevo de origen australiano, la Westringia fruticosa tolera ubicaciones expuestas sin perder su forma agradable y contenida. Mide de 1 a 2 metros de altura por otro tanto de diámetro. Tiene follaje denso, perenne, verde, con pelitos que recubren las hojas y le otorgan una tonalidad grisácea. Las hojas son angostas y las flores pequeñas, blancas y aparecen casi todo el año en climas templados, aunque mayormente en primavera.

Crece muy bien al sol y también bajo media sombra. Tolera viento y sequía, aunque conviene que tenga una provisión media de agua en primavera y verano. Prefiere los sueltos pero tolera otros, siempre con buen drenaje y sin encharcamientos. Sirve para control de la erosión y se planta en jardines costeros y para cercos, así como cubresuelos en sus variedades postradas.

​Mucho viento.