Mañana comenzará la cuenta regresiva para el cierre de listas electorales en la provincia de Buenos Aires. Es que el próximo 19 de julio las principales fuerzas que aspiran a competir en los comicios bonaerenses del 7 de septiembre deberán presentar ante la Justicia las nóminas de sus candidatos a legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares.
A un mes de que finalice el plazo para definir la oferta electoral en el distrito más populoso del país, la gran fortaleza política del kirchnerismo, se complicó la negociación entre Pro y La Libertad Avanza (LLA) para sellar un acuerdo de convergencia en los municipios más identificados con Mauricio Macri, como Vicente López, Junín, 9 de Julio o Pergamino.
En esos terruños clave de la primera y cuarta sección electoral de la provincia se tensó la cuerda entre los representantes de Sebastián Pareja, el gestor del armado partidario del presidente Javier Milei en Buenos Aires, y los lugartenientes del macrismo.
Frente a la escalada del conflicto -hay reproches cruzados y quejas por actitudes hostiles- y, sobre todo, la falta de avances en las conversaciones sobre las condiciones de un eventual entendimiento y el reparto de lugares en las listas, Ritondo convocó a una reunión, vía Zoom, de la mesa provincial de Pro para el próximo lunes con el objetivo de repasar la situación en cada distrito y buscar una solución “urgente”.
“Lo tenemos que solucionar. Sin lugar a dudas, nuestra prioridad es cuidar la gobernabilidad de los intendentes de Pro”, admitieron cerca del jefe de Pro en Buenos Aires, a quien Macri le encomendó explorar un acuerdo institucional con LLA para compartir listas en la provincia.
Ritondo, asistido por Diego Santilli, y Pareja, el delegado de Karina Milei en el territorio bonaerense, están a cargo de las tratativas para lograr que amarillos y violetas aproximen posiciones y confluyan en las urnas. Hasta ahora, Ritondo y Pareja consiguieron acercamientos entre los intendentes de Pro y los emisarios libertarios en General Pueyrredón, San Isidro, Zárate y Pinamar. Son localidades donde mandan dirigentes de Pro cercanas a Ritondo o que tienen estrechos lazos con la Casa Rosada, como Guillermo Montenegro o Ramón Lanús, aliado a Patricia Bullrich.
En el cuartel general de LLA también son optimistas respecto de las negociaciones que se iniciaron en Campana, Arrecifes y San Antonio de Areco. No obstante, el memorándum de entendimiento entre Pareja y Ritondo no es vinculante en los municipios más cercanos a Macri.
Por caso, Ritondo se reunió con Soledad Martínez, heredera de Jorge Macri en Vicente López. Ese distrito de la zona norte de la provincia tiene un peso estratégico en la primera sección electoral, donde votan casi cinco millones de bonaerenses. En esa circunscripción, una de las grandes apuestas de LLA, se pondrán en juego ocho bancas de senadores provinciales en los comicios del 7 de septiembre.
Martínez le transmitió a Ritondo que no hubo avances en los diálogos con LLA en casi ninguno de los municipios macristas. La parálisis de las tratativas comenzó a inquietar a los caciques de Pro, ya que falta un mes para el cierre de listas. “Se agota el tiempo”, le avisaron a Ritondo.
En las intendencias del macrismo se quejan de que los coordinadores territoriales de LLA en sus distritos no exhiben interés en pactar o envían señales de que prefieren disputarles el poder local. No hay affectio societatis. Por caso, Pablo Petrecca (Junín), un jefe municipal cercano a Jorge Macri, volvió a recibir un trato hostil por parte de los alfiles de las “fuerzas del cielo” en el Concejo Deliberante.
En la última semana un libertario votó en contra de la concesión para la construcción de una terminal en el distrito. “Era para achicar el Estado y lo rechazan. No es una cuestión ideológica. Es muy difícil así”, despotricaron allegados a Petrecca, quien está a cargo del armado en la cuarta sección electoral, que renueva siete bancas del Senado y tiene un padrón de más de 541 mil bonaerenses.
Tensión e incertidumbre
Los macristas no solo se quejan de que los libertarios quieren disputarle la lapicera en los distritos donde gobiernan, sino que no les garantizan lugares para los dirigentes de Pro que tienen una construcción territorial en lugares donde gestiona el peronismo. “¿Qué vamos a hacer con nuestros referentes? Se necesitan una definición de estructura. No hay más margen”, avisó uno de los jefes municipales con más llegada a Macri.
Nos reunimos con @soledadmartinez intendenta de Vicente López y vicepresidenta del PRO bonaerense, para analizar en detalle la situación de los distritos de la Provincia y planificar juntos el camino hacia las elecciones del 7 de septiembre. pic.twitter.com/pTr0rWX5SX
— PRO Buenos Aires (@probuenosairesp) June 18, 2025
De hecho, frente a la creciente incertidumbre, jerarcas del macrismo en Buenos Aires lanzaron un ultimátum. En caso de que la semana próxima no haya novedades, activarán un armado propio rumbo a las legislativas bonaerenses. Incluso, no descartan reeditar Juntos por el Cambio. En varios municipios de la provincia, los amarillos cogobiernan con los radicales, quienes dilatan una decisión sobre su estrategia electoral.
Desde hace semanas, Martínez, vicetitular de Pro, pide conocer la letra chica del eventual acuerdo con LLA. En Vicente López no hubo movimientos. Al contrario, libertarios y macristas conviven en un clima de desconfianza mutua. Luis Palomino, exfuncionario del Ministerio de Capital Humano, trabajan para ejecutar el guión de Milei en el territorio que le sirvió de trampolín a Jorge Macri. Desde la Casa Rosada le encomendaron armar listas propias en ese distrito.
Dado que no renuevan concejales (el oficialismo pone en juego nueve y el peronismo, seis), se animarían a replicar el experimento que ensayó Pilar Ramírez en la Capital. En otras palabras, competir por fuera de Pro para incrementar su influencia. “Somos competitivos y ellos no tienen voluntad de acordar. No nos van a dar la mitad de la lista porque complica su acuerdo con la UCR”, señalaron desde LLA, que cuenta con tres concejales en Vicente López.
En el entorno de Pareja responsabilizan a los intendentes de Pro por los escollos que aparecieron en la negociación. “Los nuestros están encolumnados en la idea de llegar a un acuerdo, pero no puede haber un sometimiento a la gente de LLA o caprichos del intendente. No se pueden quedar con toda la lista”, remarcan.
En concreto, los libertarios no tolerarán que la lapicera quede en manos de Pro y quieren hacer valer el poder de la marca de Milei. A su vez, advirtieron que no aceptarán que haya un “doble juego” de los jefes del macrismo. No quieren que cuelen concejales en otras listas o activen armados libertarios para restarle adhesiones a LLA.
Con ese trasfondo, Pareja y los suyos esperan un gesto de los macristas paladar negro en Buenos Aires. Quieren que llamen a los coordinadores de LLA y se sienten a negociar. “No son los dueños del municipio ni los patrones de estancia. No nos pueden ningunear ni mandar a las segundas líneas”, sentenciaron.
Entre los libertarios que caminan los territorios gobernados por macristas hay quienes vislumbran que el acuerdo con Pro podría caerse. “Estamos por vender el auto, pero no sabemos ni el precio ni la forma de pago. Al final del camino, Pro no va a aceptar que les demos tan pocos lugares”, augura un representante de LLA en Buenos Aires. “Hoy miden cuatro o cinco puntos en la provincia”, remata. Como ocurrió en la ciudad, los violetas confían en la eficacia de su artefacto de poder y el nivel de adhesión que tendrá Milei en la contienda con el PJ.
Pese a los roces, los ingenieros electorales de los Milei están dispuestos a salvaguardar la sociedad con Ritondo, quien debe hacer un equilibrio cada vez más delicado para evitar que el pacto con LLA vuelve por los aires. Por ejemplo, ya le transmitieron que estarían dispuestos a contemplar la opción de conformar una alianza para que Pro no corra el riesgo de perder la personería jurídica.
En principio, los libertarios se inclinaban por la fórmula de la adhesión para los comicios de septiembre y octubre. Pero Ritondo no podría sostener esa opción ante Macri y correría el riesgo de que le intervengan el partido. Por eso, habilitarían una alianza entre partidos, pero impondrán el uso del sello y el nombre de LLA para la contienda con el kirchnerismo. En el campamento de Milei se alistan para enfrentar al PJ unido, pese a las tensiones entre Kicillof y La Cámpora. “Lo de Cristina no nos va a cambiar nada”, presumieron.
Cristian Ritondo convocó a una reunión de la mesa provincial del macrismo para el próximo lunes; cruces con los libertarios en territorios clave de la primera y cuarta sección