ROMA.- En lo que significó el comienzo de una nueva etapa de la relación bilateral -hasta ahora borrascosa-, el presidente Javier Milei, tuvo esta mañana su primera audiencia oficial con el papa León XIV, sucesor de Francisco, que duró 45 minutos y en la que se confirmó que Robert Prevost visitará a la Argentina.
Este primer encuentro significó “un claro acercamiento al Vaticano”, dijo a LA NACION un miembro de la comitiva, que exultante, añadió que “hubo un clima espectacular, de buen entendimiento, que marca una relación con el Vaticano muy sólida”.
En un comunicado que difundió sobre el encuentro, el Vaticano, más allá de coincidir en la voluntad de reforzar las ya sólidas relaciones, también dijo que en las conversaciones también se habló de la “lucha contra la pobreza y el compromiso en favor de la cohesión social”.
Junto a su comitiva, formada por su hermana Karina Milei, secretaria general de la presidencia, el canciller Gerardo Werthein -quien ya había sido recibido el 19 de mayo pasado, el día después de la asunción de León XIV-, el vocero y legislador electo, Manuel Adorni y el embajador argentino ante la Santa Sede, Luis Pablo Beltramino, Milei arribó en un convoy de autos negros a las 8.51 (3.51 de la Argentina) al Patio de San Dámaso. Entonces, con la bandera argentina allí flameando, fue recibido con todos los honores de un jefe de Estado.
Un pool de periodistas acreditados, entre los cuales esta corresponsal, pudo observar el momento de llegada a este maravilloso lugar, diseñado hace 500 años, en pleno Renacimiento, por genios como Miguel Ángel, Rafael y Bramante. En una jornada soleada y de nuevo, con calor africano, lo esperaba para darle la bienvenida una alfombra roja y una formación de doce guardias suizos con sus coloridos trajes y alabardas. Además, un funcionario de la Casa Pontificia que, junto a gentilhombres de riguroso frac, en un clima solemne, después de los saludos de rigor, lo escoltaron, atravesando salones espectaculares del Palacio Apostólico, como la Sala Clementina, hasta el Salón del Tronetto, antesala de la Biblioteca del tercer piso.
Allí el Papa -para la ocasión vistiendo su muceta roja sobre el hábito talar blanco, como sucedió en la víspera cuando recibió al presidente de Italia, Sergio Mattarella-, salió al encuentro de Milei. Después de los saludos, los dos líderes ingresaron a la biblioteca. Y se sentaron uno frente al otro, en el mismo escritorio de madera en el que también Milei estuvo la última vez con Francisco.
Entonces, más allá de contarle acerca de la situación del país y de sus logros macroeconómicos, tal como había hecho Wertehein el 19 de mayo pasado, el Presidente invitó a León XIV a viajar al Argentina, la gran asignatura pendiente de Francisco. Se trata de una visita que, según pudo saber LA NACION, podría darse el año próximo, en una gira que incluiría Perú -país “adoptivo” de Prevost- y Uruguay.
En un posteo en X que hizo terminado el encuentro, Adorni hizo saber que León XIV confirmó que visitará la Argentina.
El Papa León XIV le confirmó al Presidente de la Nación durante el encuentro que mantuvieron hace unos instantes que visitará la Argentina.
Fin.
— Manuel Adorni (@madorni) June 7, 2025
Terminado el cara a cara a solas de 45 minutos, un tiempo largo, en el que se ratificó la voluntad de refozar el vínculo bilateral, volvieron a abrirse las puertas de la Biblioteca. Y el Papa recibió durante quince minutos al resto de la comitiva y se dio el habitual intercambio de regalos. El Papa le regaló al Presidente un mosaico de la Basílica de San Pedro, y Milei, a su turno, entre otros objetos, un poncho de vicuña hecho por artesanos de Santa María de Catamarca, pueblo que Prevost visitó años atrás y una bolsa de libros del economista español Jesús Huerta Soto, representante de la escuela austriáca, muy admirado por el mandatario anarco-libertario.
Tal como prevé el protocolo de las visitas de Estado, Milei se entrevistó luego durante 45 minutos con el secretario de Estado, el cardenal italiano Pietro Parolin, que fue nuncio en Venezuela y habla perfecto español, acompañado por su hermana Karina y el canciller Werthein. Mientras que a Parolin le regalaron una canasta con productos típicos argentinos, el cardenal le obsequío al Presidente un “bellísimo” mapa del Vaticano.
El comunicado sobre el encuentro que difundió el Vaticano indicó luego que “durante las cordiales conversaciones mantenidas en la Secretaría de Estado, se reiteró el mutuo aprecio por las sólidas relaciones bilaterales y la voluntad de reforzarlas aún más”. “Seguidamente, se abordaron cuestiones de interés común, entre ellas la evolución socioeconómica, la lucha contra la pobreza y el compromiso en favor de la cohesión social”, añadió. “Por último, se dialogó sobre algunos temas de carácter sociopolítico regional e internacional, prestando especial atención a los conflictos en curso y destacando la importancia de un compromiso urgente en favor de la paz”, concluyó.
El Presidente, que no pudo viajar a la ceremonia de inicio de pontificado de Robert Francis Prevost, el 18 de mayo pasado, porque prefirió quedarse en el país por los comicios porteños, fue el tercer mandatario latinoamericano que recibió el nuevo Pontífice.
León XIV, que nació en Chicago hace 69 años, pero que es también peruano -vivió allí más de 20 años, primero como misionero agustino, luego como obispo de Chiclayo-, recibió ese mismo 18 de mayo a la presidenta del Perú, Dina Boluarte. Al día siguiente, el primer lunes después de su asunción oficial, también recibió en audiencia a su par colombiano, Gustavo Petro.
Para el Papa, que mañana cumplirá su primer mes como Sucesor de Pedro -fue electo el 8 de mayo pasado en un cónclave de menos de 24 horas-, fue una jornada muy argentina. Tal como indicó el boletín del Vaticano, durante la mañana también recibió en audiencia a monseñor Jorge García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires designado por Franciso que, el 25 de Mayo pasado, se destacó durante el tradicional Tedeum en la catedral por un sermón muy crítico, pronunciado ante el Presidente.
Garcia Cuerva, que viajó a Roma para participar de algunas reuniones en el Dicasterio para los Obispos -del que es miembro-, ya había saludado, pero brevemente, al papa León XIV, al final de la audiencia general del miércoles pasado.
Hubo “un gran clima, de buen entendimiento”, dijeron fuentes de la comitiva; fue la primera audiencia del jefe de Estado argentino con el sucesor de Francisco; el Pontífice recibió también en audiencia al arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva